viernes, octubre 31, 2008

Hardcore Punk Halloween: maratón de cine


Repo Man (1984)
Esta cinta forma parte de la trilogía punk del director inglés Alex Cox, junto con Straight to Hell y Sid & Nancy (las únicas que valen la pena en su accidentada carrera). Pastiche de ciencia ficción B, comics, hardcore, Guerra Fría y anarquismo, se convierte en una suerte de fanzine punkie animado.

Liquid Sky (1982)
Me extraña que los hipsters-retro80s no quieran recordar este delirio de Slava Tsukerman, cuyos ingredientes les encantarían: sexo, drogas, moda, arte, Nueva York…y extraterrestres. Convertida en un clásico del cine de medianoche, parece más una cinta camp que videoarte –al parecer era la intención original–, así que no es para todos los gustos –tampoco es propiamente cine de autor–. Extraña muestra de basura cyberpunk que hoy sería calificada de "indie".

Nekromantik (1987)
Este es otro clásico, y créanme que en su momento las copias en VHS de la cinta eran muy cotizadas. Sexo con cadáveres, un cóctel ideal para la noche de Halloween. Una película splatterpunk por excelencia.

Black Sheep (2007)
Los escenarios naturales de Nueva Zelanda han funcionado de maravilla para las películas de Peter Jackson, basta recordar la comedia de zombies Braindead. En este tenor creo que Black Sheep fue patrocinada por la secretaría de turismo de aquella isla: a la risa y risa con esta singular pesadilla donde las criaturas más numerosas de NZ se ponen rudas debido a un experimento que sale mal.

Halloween (1978)
Volviendo a lo básico: el pasado 25 de octubre se cumplieron 30 años de su estreno y sería ridículo no echarle un ojo nuevamente: me parece que aun tiene la capacidad para entretener e inquietar al espectador. Michael Meyers se toma las cosas con calma: nunca correrá detrás de sus víctimas, desde que las selecciona sabe que están muertas, así que no tiene prisa.

Será una larga noche para los nerds que no hemos conseguido fiesta de viernes por la noche, pero seguro estaremos muy bien acompañados con estas joyas. 

martes, octubre 28, 2008

Anoche caminé con un zombie

Zombie Alert (*)
El primero de octubre de este año se cumplieron cuarenta décadas del estreno de Night of the Living Dead, película que nos brindó la imagen moderna de los zombies que hoy tanto disfrutamos. En su momento George A. Romero no tenía en claro la historia que quería contar, él sólo quería hacer una película de terror: el primer tratamiento considerado por el guionista John A. Russo eran las aventuras de una pandilla de alienígenas adolescentes que devoraban humanos. Al final, a Romero le tomó tres días escribir el preliminar del guión original, y usaron el soundtrack de la cinta Teenagers from Outer Space (1959), que entonces era material de stock.

Zombie breaking sign (*)

De acuerdo a Francisco González Crussí, en su libro La fábrica del cuerpo, existe una reacción natural de repulsión u horror al observar el interior del organismo humano, y esta sensación es difícil de superar; este es el “argumento antropológico” contra la disección del cuerpo. En las películas gore sabemos de antemano que las tripas no son verdaderas, nunca las tocaremos u oleremos, por eso las disfrutamos, porque nuestra zona de seguridad permanece intacta.

In case of zombies…(*)

El título original de la película era Night of the Flesh Eaters, pero al existir otra cinta con un título similar la compañía distribuidora decidió darle el nombre que hoy conocemos. Esto cambió en cierta medida la suerte del filme.
Qué difícil es enfrentarse a las multitudes sin cerebro. El argumento favorito de algunos es que los zombies son una metáfora de la gente que ha pasado demasiado tiempo frente a la televisión (o los videojuegos). Esto resulta tan absurdo (maniqueísta) como pensar que sólo la gente que lee libros es ‘buena’ y ‘lista’. Me río de los programas de lectura para policías o presidiarios, que pretenden hacer de ellos ‘mejores personas’. En las películas de no-muertos estos arrasan con todos sin distinción alguna: no es lo que consumes, sino lo que te consume.

Zombie hunting (*)

Parte del atractivo de las películas de no-muertos, o aquellas donde alguna plaga apocalíptica orille a la sociedad a un estado primitivo de supervivencia, es que a) cualquiera puede ser héroe, b) tienes la completa libertad de destruir y saquear todo lo que encuentres, c) no hay más escuela ni trabajo.

Zombie Ronald de Fugly.com

En NotLV el mal viene del espacio. La epidemia ocurre cuando una sonda espacial enviada al planeta Venus regresa y explota en la atmósfera: la ‘radiación’ emitida es la posible responsable de que se levanten los muertos. En The Andromeda Strain de Michael Crichton un satélite militar vuelve a la Tierra con un microorganismo mortal. ¿Otra alegoría a las señales televisivas?

En estas fiestas, en las que seguramente acompañaré a Diego para que pida dulces (y monedas, según se acostumbra por acá), nos daremos la vuelta por uno de los dos cementerios que rodean la casa, que estarán llenos de gente viva y muerta. Siempre me ha gustado esta época (mucho más que la Navidad), y este año los cadáveres animados son el tema. Irónicamente, cada vez que veo alguna de esas películas de muertos ambulantes me gusta sentirme vivo, y aunque algunas veces tengo miedo de ser devorado por mis obsesiones, me consuela saber que mi cerebro aun funciona lo suficiente para protegerme. 

miércoles, octubre 01, 2008

Una galaxia muy cercana

Mi lugar de trabajo, el proverbial punto de engorde couplandiano, no está personalizado. Detestaría hacerlo. A mucha gente le encanta decorar el suyo con el pretexto de que pasa la mayor parte del día en el sitio y por lo tanto debe tenerlo tan cómodo como sea posible. Entonces le dan rienda suelta a su imaginación, saturándolo de recortes de revistas, calcomanías, plantas, figuras de peluche, juguetes y toda clase de kippel. Mi punto es: no voy en contra de una maceta o la foto de tu mujer, pero ¿para qué tener tu escritorio como si fuera una recámara de adolescente? ¿rodearte de mierda en un minúsculo cubo es comodidad laboral? Es cosa de cada quien. A los 15 años tenía las paredes de mi cuarto tapizadas con fotos e ilustraciones recortadas de revistas y periódicos, invitaciones de fiestas, postales, carteles de rock, de cine y cuanta cosa me gustaba. Imagino que en el futuro, cuando se acabe el papel y sólo existan ediciones electrónicas, habrá pantallas del tamaño de la pared que proyecten tu galería de Flickr. Si de aquí a 50 años sigue existiendo ffffound, creo que sería mi sitio favorito para encontrar imágenes que decoren mi recámara. Pero si me dieran a elegir un tema, probablemente sería Star Wars y estas imágenes rodearían mi computadora…

Sin título. Scraw Collective

Me considero un seguidor ortodoxo de Star Wars: todo lo referente al llamado universo expandido de la trilogía original me importa un carajo. Como poseedor de la colección completa de muñecos LiLi Ledy (licencia mexicana de Hasbro), adquiridos como regalo de mis padres en el periodo 1983-1984, estoy en posición de reírme abiertamente de los fans renacidos mayores de 30 que compran cuanta mierda sale al mercado, piezas que mantendrán guardadas en sus cajas de cartón y plástico para siempre. Get a life.

Sin título. Originalprop.com

Hay algo de melancolía en aquellos actores secundarios que recorren el circuito de convenciones de comics y CF ganándose la vida dando autógrafos, pero nadie como el inglés Paul Blake, quien encarnó a Greedo, el cazador de recompensas rodiano que es eliminado por Han Solo en el Episodio IV (y de paso creó la famosa controversia en la posterior reedición). Su nombre no aparece en los créditos del Episodio IV, y por supuesto el rostro está cubierto por una máscara, sin embargo su firma es perseguida por los aficionados más obsesivos, e incluso tiene su club de fans. Sus líneas más famosas son Oota Goota, Solo? (¿Vas a algún lado Solo?) y Soong peetch alay! (¡Demasiado tarde!)

Troopa De Elite 3 por Siggeir M. Hafsteinsson

En el universo ortodoxo de SW es raro ver a la gente comer. El almuerzo de Luke Skywalker en la granja de sus tíos (Episodio IV) parece estar servida en platos y vasos de TupperWare. Vader es el invitado inesperado en una cena que nunca ocurre (Episodio V). Jabba the Hutt se sirve de botana una criatura similar a una rana. Mientras tanto, en internet hay toda una especialidad en recoger imágenes de comida-monstruo. Desde las ya famosas hamburguesas hechas con donas glaseadas hasta roles de canela con tocino, ladrillos de papas a la francesa, pasteles de boda con sushi o 'hamburguesas de boda'.

Suckadelic Graff-AT. Flickr set de P373

Yo bebo, tu bebes. Diablos, si la mariguana fuera legal aparecería en un anuncio para promocionarla.
Billy Dee Williams aka Lando Calrissian sobre las críticas por su aparición en un comercial de la cerveza Colt 45.

ChewBarber por Eelus

Vanity Fair: No recuerdo si te pregunté acerca de cómo fue que terminaste haciendo Star Wars
Carrie Fisher: Me acosté con un nerd. Espero que haya sido George (Lucas)
VF: ¿No estás segura?
CF: No…estaba demasiado drogada como para recordarlo
Carrie Fisher aka Leia Organa

shat-at por Eelus

Amira Sa’id de Florida, Estados Unidos, es una profesional del belly dance. Sus habilidades son bastante apreciadas en las convenciones de ciencia ficción de la unión americana: su número consiste en bailar disfrazada con una réplica del bikini de metal que usara la Princesa Leia en Episodio VI (ver video). La actriz Carrie Fisher se convirtió con esto en un símbolo sexual para nerds y en objeto de culto particular que ha motivado la creación de páginas de internet como Leia’s Metal Bikini, con galerías de mujeres modelando esta peculiar prenda.

wotulookin-at por Eelus

Tal como lo apunta el Internet Movie Data Base, el papel más famoso del actor irlandés Declan Mulholland es el que jamás se proyectó en pantalla: era el Jabba The Hutt original de la saga de Star Wars. Su única aparición (Episodio IV) fue editada en la versión original de 1977, y para la reedición de la década de 1990 fue sobrepuesta una animación con el Jabba de la versión de El Regreso del Jedi (Episodio VI, 1983).

The Princess por Craig Drake

De acuerdo a Wired, Leiland Chee tiene el mejor trabajo del mundo: es el encargado de supervisar la continuidad del universo Star Wars en todos los productos generados por la franquicia. Su responsabilidad es mantener el Holocron, la base de datos de la licencia de SW, debidamente actualizado.

atat por Casey Weldon

El universo de Star Wars se compone de:
3,419 planetas
8,742 personajes
756 razas extraterrestres
1,255 criaturas
2,716 vehículos
1,130 tipos de armas

(datos del Holocron)

All Terrain Girl Scout por Siggeir M. Hafsteinsson

Reykjavik Invasion #1 por Siggeir M. Hafsteinsson

Reykjavik Invasion #4 por Siggeir M. Hafsteinsson

Tengo la ligera sospecha de que si existiera una forma de hacer películas sin actores George Lucas lo intentaría.
Mark Hamill aka Luke Skywalker

Imperial Green Flickr set de Ar'alani


Al principio me sentí ofendido cuando se me ofreció el papel de un robot…
Anthony Daniels aka C3PO

Banksy (?)

Existe una página donde se puede consultar todo lo referente a los idiomas (lenguaje y escritura) que se hablan en el universo SW: La Guía de Huttese para wermos (y otros lenguajes de Star Wars). Wermo significa tonto.
Vader por Justin Crisostomo/Ironic Sans

El sitio de internet Parts Locator se dedica a brindar información sobre la construcción de los props utilizados en las películas de SW; por ejemplo, el mango de la espada láser que usa Darth Vader en el Episodio V y VI se construyó con el soporte para flash fotográfico modelo Graflex de tres celdas: incluye los datos donde se pueden encontrar las piezas, precio e instrucciones para construir réplicas exactas.


Sin título. Autor desconocido.

Sin título. Autor desconocido.

El personaje de Darth Vader en la trilogía original es a toda regla una quimera: tiene el cuerpo del actor David Prowse, la voz de James Earl Jones y el rostro de Sebastian Shaw. Prowse y Jones nunca se han conocido personalmente. 

Sin título. Autor desconocido.

Aquellas películas forman parte de mi colección privada de chistes locales y anécdotas diversas que comparto con familiares y amigos nerds; pero no me disfrazo en las convenciones ni me quita el sueño el no haber visto la última peli de animación. Sospecho que Fanboys es una mierda, pero de igual forma iré al cine. Como lector y escritor de CF agradezco que hayan aparecido en mi infancia, son bastante significativas y las aprecio. Ver cómo ha se ha convertido en una especie de religión para prolongar la adolescencia me da miedo, pero supongo es tan solo un signo de los tiempos que corren.