domingo, febrero 06, 2011

Las ciudad y sus ciudades

(Imagen vía ffffound)

En la ciudad existen varios niveles sociales que coexisten o interactúan diariamente apenas sin darse cuenta uno del otro; a veces solo fingimos que nos enteramos y los medios de comunicación oficiales se encargan de acentuar estas diferencias -delineando las fronteras entre el maravilloso mundo de la élite y la sordidez de los cinturones de miseria-. La novela The city & The City, del autor inglés China Miéville, parece tratar este tema de una manera poco convencional. En ella, dos ciudades de Europa del este, la empobrecida y decadente Beszel y la próspera Ul Qoma, contra toda lógica física, existen en el mismo plano pero tienen prohibido tener contacto entre ellas. Difieren incluso en el lenguaje, el primero es de influencia cirílica, el segundo romance; sin embargo "a pesar de la cuidadosa diferenciación, en la forma de su gramática, en las relaciones de sus fonemas (incluso en la base de sus sonidos), estos lenguajes están relacionados -comparten un ancestro común después de todo- y mencionarlo puede ser sedicioso". (pag.42) Los ciudadanos han sido condicionados desde niños para ignorar a sus vecinos, los pueden ver pero tienen prohibido dirigirles la palabra, mucho menos observarlos a detalle y se aprende a ignorar sus palabras; el comedor de una casa en Beszel puede existir una oficina de Ul Qoma, mientras los autos y sus conductores han aprendido a circular sin chocar con sus contrapartes; en caso de violar esta ley no escrita, un cuerpo policiaco denominado Breach -en inglés, ruptura- se encargará de arrestar al infractor y desaparecerlo para siempre. En este contexto, el inspector Tyador Borlú, del Escuadrón de Crímenes Extremos de la policía de Beszel, se enfrentará al caso de su vida, cuando una misteriosa mujer es asesinada en una ciudad, pero el cuerpo abandonado en la otra, estrategia que pretenderá descubrir el origen de las dos entidades y su peculiar condición, así como la posible existencia de una tercera ciudad que podría solucionar el conflicto espacial al que están sometidas.
Aquí convergen nacionalismos, melancolía, libros de seudociencia, arqueología y política para reflexionar sobre la absurda imposibilidad para comunicarnos con los otros. ¿En qué ciudad vivimos? A veces el dar los buenos días a un desconocido parece requerir de un gran esfuerzo, como si los agentes de Breach fueran a amonestarnos. Una ciudad unida por el lenguaje común de la cordialidad no resolvería los problemas cotidianos, pero facilitaría más las convivencia en esta época tan peculiar.
La novela obtuvo el premio Locus como mejor novela de 2010, y compartió el Premio Hugo el mismo año con The Windup Girl, de Paolo Bacigalupi.
Aquí, la nota sobre el software diseñado para traducir una de las lenguas más antiguas del mundo.