viernes, mayo 22, 2009

Veo cosas: Mapareidolia

Al conducir un auto, la manera más segura de llegar a tu destino es continuar por la ruta que marcan los mapas, y seguir por supuesto las señales de tránsito.

El psicólogo inglés Bruce Hood explica que la pareidolia, aquella condición psicológica que nos hace encontrar imágenes reconocibles entre patrones caóticos, como figuras de animales en las nubes, es una reacción natural que permitió la supervivencia de la raza humana, misma que ha bautizado como patternicity, lo que también justifica por qué algunos encuentran mensajes subliminales en comerciales o canciones.

Así, a últimas fechas, al juntar la información que encontré en internet, me parece estar formando un patrón reconocible, y que al conectar cada idea, como si se tratara de esos juegos donde se forman figuras al unir los números, creo haber llegado a conclusiones mas o menos concretas (…maldito freak obsesivo, al menos ha sido un proceso bastante divertido). Como analogía para el caso pensé en el trabajo de Paul Middlewick, quien se ha dedicado a encontrar perfiles de animales en la intrincada configuración del mapa del tren subterráneo de Londres (imagen abajo), formando una suerte de bestiario pareidólico llamado apropiadamente Animals on the Underground. En todo caso, volviendo a las ideas de Hood, cada quien ve entre el caos lo que quiera o necesita encontrar –para sobrevivir–.

Elephant por Paul Middlewick
Me parece que la sobrecarga de información –tema vigente desde hace tiempo– ha detenido la creatividad en muchos campos. Y como termómetro de la misma coincido con lo que menciona Mark Fisher en su artículo Running on empty, “la falta de innovación en la música pop moderna sugiere que experimentamos una grave crisis de energía a nivel cultural”. La gente apenas tiene tiempo para digerir los datos que recibe y discernir si los desecha o almacena, y en el proceso no le queda tiempo para aplicarlos de alguna manera.

Si los mapas se hicieron para tomar decisiones a futuro, es momento de encontrar o crear nuevas rutas o caminos, o en su defecto acudir a viejos y confiable atajos. Un artículo de Sam Anderson para la New York Magazine titulado In Defense of Distraction, menciona que nunca en la historia habíamos tenido tanto déficit de atención para concentrarnos en un solo tema o permitir completar nuestras tareas cotidianas satisfactoriamente, esto por las distracciones –electrónicas– modernas, aunado al mito tan difundido del multitasking, palabreja que pretende sintetizar la condición óptima del ser humano para enfrentar la modernidad, y que podría resumirse en un ‘yo puedo hacerlo todo’. Esto último un grave error. 

Transit Map of the World's Transit Systems Vía Strange Maps
Una de las soluciones para enfrentar el desafío de la distracción moderna, explica Anderson, es el life-hacking, un híbrido entre administración y superación personal moderna. Quienes se dedican al asunto, han encontrado decenas de trucos para ayudar a la gente a manejar sus hábitos de trabajo y encontrar suficiente tiempo para completar satisfactoriamente sus necesidades, personales y laborales. Me parece que esto, para fines prácticos, bien podría resumirse en una sola palabra: disciplina, palabra tan manoseada y en ciertos casos menospreciada.

En un episodio propio del patternicity, @plotpoint escribió 'disciplina o creatividad?'. Al tener fresco el tema señalé que la disciplina podía generar ideas, y mientras que la creatividad per se no conducía a nada. Nunca he sido disciplinado propiamente dicho, no me vendría mal aplicarme. Creo tener un buen comienzo, ya tengo desdoblado el mapa que necesito, aunque existan ciertas zonas en blanco que habrá que descubrir.