martes, mayo 13, 2008
Juguetirama
La compañía Mattel pretende armar muñecas Barbie con desechos de sus fábricas; al reutilizar este material quieren hacernos creer que se trata de una iniciativa ecológica, con lo que no solamente recuperarán dinero del scrap, sino además cumplir un compromiso genuino con la sociedad. Que se los crea su madre. (Vía Salon) (Comunicado oficial).
Afortunadamente a Diego le sobran juguetes, ya que sus abuelos y tíos le han regalado bastantes. Hace unos días, al dar la vuelta por el centro, le compré una bolsa con luchadores de plástico; me resultaba extraño que siendo niño mexicano aun no tuviera estas emblemáticas piezas en su cuarto. Le gustaron mucho, tanto que ahora lo acompañan en su pequeña cubeta de juguetes favoritos. El precio fue una ganga: diez luchadores por trece pesos. No tiene edad para pedir un tipo específico de juguete, aunque sus favoritos son los coches, y en este sentido la película Cars se ha encargado de llenar su imaginario. Los autos pequeños de metal, de entre tantos productos que han surgido de esta franquicia, cuestan entre setenta y cien pesos. Aludiendo a la famosa campaña de tarjetas de crédito: la sonrisa de mi hijo no tiene precio; afortunadamente aun conserva la capacidad para improvisar juguetes con casi cualquier objeto que se encuentre –y creo que la mantendrá por el resto de la infancia–, aunque me gustaría saber en qué momento comenzará a pedir algún juguete en especial, que seguramente lo verá anunciado por la tv. Se me ocurrió que tal vez era el momento indicado para comprarle una consola de videojuegos, mis hermanos, que son gamers, apoyaron la idea, aunque a mi nunca me llamó mucho la atención. Pero Tania hizo una observación que me pareció pertinente: primero que el niño aprenda a jugar, solo y con otros niños. Después que aprenda las primeras letras podrá empezar poco a poco en los misterios del electroentretenimiento; el Wii puede esperar un poco más (además que cuesta como tres mil pesos).
Foto googleada (luchadores de plástico)