viernes, mayo 23, 2008

Estrategias


Justo el miércoles pasado platicaba con dos compas correctores (una clase que se cocina aparte en la oficina), y uno de ellos, Darío, mencionaba su afición al ajedrez. Ayer por la mañana precisamente un sujeto en el micro leía un libro de estrategia en este deporte, y me volvió el recuerdo de aquella magnífica novela (corta) de Stefan Zweig, Novela de Ajedrez (1941), regalo de Tania. Ok, le dicen el deporte ciencia pero el término me incomoda, entiendo perfectamente el concepto pero en la práctica un deporte en el que no hay gritos o sudor desentona con el concepto general del término (quienes simpatizan con la extrema izquierda llenarían los estadios de fútbol con tableros cuadriculados).

En la novela hay un enfrentamiento muy peculiar, entre un campeón mundial –un campesino con talento– y un banquero que ha aprendido el arte del ajedrez por circunstancias particulares, casi por necesidad; alegoría del talento contra la disciplina en versión extrema. Y apenas me entero que hubo una película alemana basada en este texto (Die Schachnovelle, 1960)

El Mister, corrector de estilo también, llegó a decir que no le gustaba enfrentarse a la computadora (todas nuestras máquinas tienen un free software, el Chess versión 2.1), quizá porque la programación es notablemente superior a cualquiera de nosotros, simples aficionados de ocasión, lo que las hace casi invencibles.

Las últimas dos semanas han estado plagadas de movimientos estratégicos en la oficina; podría empezar de nuevo 'el juego de las sillas'. En casa ya queríamos que llegara este día, bendito viernes, que augura un fin de semana de lectura.

Estos links son interesantes de acuerdo al tema. Ajedrez y literatura. Ajedrez y cine.
Por cierto, Rodrigo está de vuelta en este link.