viernes, octubre 13, 2006

the man behind the mask


“Every night was memorable, except I don't remember 'em”
- Legs McNeil

Cada año me propongo hacer algo especial en ‘noche de muertos’ pero invariablemente termino en otra cosa, no menos divertida por supuesto aunque sin el espíritu de serie B que solía tener esta fecha cuando era adolescente. Una noche de Halloween memorable fue en un bar de Amsterdam, con el grupo Saint Etienne tocando en vivo, por allá del 2002.

Apenas me entero que Rob Zombie dirigirá, en sus propias palabras, una ‘precuela y semi-remake’ de Halloween (1978). Me entusiasma la idea, mientras Rob no haga un video musical-homenaje-inocente-gore aburridísimo de 90 minutos como lo fue su ópera prima, House of 1000 corpses (a mi parecer sobrevalorada por los fans del terror). Zombie asegura que le será fiel a la versión original, y que ya cuenta con la bendición de John Carpenter. Respecto a la música tan distintiva de la peli, ese score con sus tenebrosas y sencillas notitas de piano, será respetado también aunque con alguna variedad de acuerdo a la época. Total que promete ser un festín.

El encanto especial de Michael Myers, encarnación de la mismísima maldad en palabras del su némesis el doctor Loomis, es que además de su aparente inmortalidad, jamás lo veremos correr. Myers no necesita hacerlo, es demasiado suave; sabe que la persona escogida por él está prácticamente muerta, así que ¿para qué hacer tanto teatro? Nadie, salvo Laurie Estrode, ha escapado de su cuchillo. Además, los buenos villanos jamás corren (¿Acaso han visto a Darth Vader pegar de saltos como marica porque los rebeldes le pisan los talones?) Este sujeto, enfundado en su máscara del capitán Kirk, también sabe que durante la noche de Halloween es natural ver a sujetos disfrazados y con cuchillos en la calle; si los vecinos pegan de alaridos, seguramente se trata de una broma, así que cualquier llamada a la policía será tomada como tal; además si la que grita es una adolescente, es que de seguro está pasándosela bien rico cogiendo con su novio. Entre los festejos del mes me recetaré este clásico, stoner movie además.

En la película se escucha una canción de Blue Oyster Cult, –la única que les conozco–, ‘Don’t Fear The Reaper’. Verídico: alguna vez escuché a una persona decir que lo único que le pedía a la vida era morir atropellado por el tour-bus de este grupo. Qué tal.

Lamento nunca haber conocido el CBGB en Nueva York.

Escucho: Saint Etienne, Finisterre