domingo, enero 23, 2011

Bonita letra


Ayer, un tweet de @monmargo me hizo reflexionar en un viejo tema: quizá exista mucha gente que lleva días sin practicar su caligrafía para algún fin que no sea el llenar formularios oficiales, ya no digamos tomar apuntes en la escuela. ¿Cuándo fue la última vez que escribieron una carta, tomaron notas o escribieron una idea? Las computadoras y teléfonos celulares han facilitado el proceso de comunicación desde luego, así que este proceso no es requerido en determinadas ocasiones. Y esto me llevó a recordar un pasaje del libro La travesía de la escritura, de Sergio Pérez Cortés, donde se menciona que de la caída de Roma y hasta la Alta Edad Media, la escritura quedó monopolizada por la incipiente Iglesia cristiana, y el analfabetismo rampante sumió a Europa en una etapa de relativa ignorancia y temor tras la pérdida de interés por la cultura y las letras. Entonces hubo solo algunos laicos que sabían leer, pero no escribir -la oratoria daba sus patadas de ahogado, considerada una carrera larga y costosa, y la última escuela de esta especialidad cerró a fines del VI a.C.- Así, el dictado fue el último recurso que le quedó a la gente común para expresar sus ideas, y los escribientes, considerados en el apogeo del Imperio romano como simples sirvientes, se convirtieron en una especie de, si no de élite, bichos raros muy útiles al momento de redactar documentación de carácter civil.
Creo que no es una auténtica tragedia que esto suceda, es parte de la evolución cultural después de todo y en el preescolar aun enseñan cómo usar el lápiz, pero la letra, así como la voz, son marcas personales que componen nuestra identidad, y sería una lástima que no se practique de vez en cuando. Hablamos todos los días, pero cuando escuchamos nuestra voz en una grabación no la reconocemos de inmediato; ojalá no le pase a muchos lo mismo con su propia letra.
Pienso también que ahora en vez de escribas tenemos analistas/programadores...creo que es momento de aprender UNIX, Java, yo que sé...