lunes, enero 11, 2010

Animalitos del bosque (de Chapultepec)

Cuando menos me di cuenta ya teníamos dos gatos y una cachorra de perro que Tania encontró fortuitamente en la cuarta sección de Chapultepec -de esos 'silvestres' cuasi dingos que merodean en manadas por la zona-. Nunca he sido persona 'de animales', la sola idea de eliminar sus excrementos me da asco, sin embargo han servido como una especie de terapia para mejorar mi temperamento y carácter.
Hace unos meses preguntaba sobre los animales predominantes en distintas décadas, es decir aquellas criaturas fetiche que los medios de comunicación han colocado como aquellas que merecen las primeras planas. Así, en la década de los 70 fueron los delfines, en los 80 los pandas, en los 90 las ballenas o las focas y en los 00 los suricatos, estos últimos en opinión de Christian Cruz Canseco y no puedo estar más de acuerdo, ya que su popularidad se disparó gracias a un programa de televisión cuyo formato recordaba a un reality show.
He notado que las más recientes películas de animación que se han dado a la tarea de antropomorfizar a los animales resultan ser un fracaso. Antes, desde La Fontaine hasta Walt Disney, el que estos vistieran como personas y protagonizaran fábulas y caricaturas tenía bastante sentido. Pero a mi parecer este recurso se ha agotado, escucharlos hacer chistes sobre política o imitando a las personalidades de moda provocan cuando mucho una sonrisa complaciente o un gesto de condescendencia: la realidad ya es demasiado evidente como para que nos lo traten de vender con una metáfora simplona.
Prefiero en todo caso y me sumo a la legión de seguidores del programa 'El encantador de perros', quien aplica una máxima bastante lógica: a quien se debe entrenar o educar es a las personas para que puedan convivir con sus canes. Imagino que en un mundo alternativo, los animales ven esta serie como una comedia del tipo Seinfield.