martes, febrero 13, 2007

Destination Venus


En menos de cinco minutos todo apuntó al surf-rockabilly. Primero fue la invitación que me envió Jorge Pedro, para recordarme la nueva dirección del U.T.A. (o el spin off del mentado antro). Después, y a propósito de la nota anterior, me entero que The Phantom Surfers, aprovechando el momento, lanzaron una canción dedicada a la chica astronauta. Ya había aparecido otra señal el fin de semana pasado, y esta imagen perdurará en mi mente por mucho tiempo: Diego bailando al escuchar una canción de The Ramones (bueno, en realidad él baila al escuchar cualquier clase de música, desde canciones de Barney hasta Intocable, pero en aquel instante fue algo muy chingón).

La visita a Mérida bien puede resumirse con el título de la novela de Heinlein, 'Extranjero en tierra extraña'. Ahora que reviso mi correo lo encuentro lleno de mensajes de la autodenominada ‘barra latinoamericana’.
El cuasimisticismo de Uxmal contrastó con el sabor a mall de Chichen Itzá; sigo asombrado de lo que puedes encontrar en el país. Por cierto, la ruta alternativa (o goth, jaja) que me contaron podría ser en aquel pueblito donde después de tres años de haber sido enterrado, la familia limpia tus restos con tu bebida favorita y exhiben la calaca en un altar.

Siempre hay sorpresas agradables, esta vez no solo fue con los chicos de la ‘barra’(ahora en sus respectivos hogares en España, Venezuela, Argentina y México), sino por un par de encuentros fortuitos que completaron la experiencia del viaje. Justo en el lobby del aeropuerto de Mérida me encontré con Alberto , a quien no tenía el gusto de ver desde hacía un buen tiempo. Una vez en el avión, me topé con la revista Loop (editada por la competencia), y ahi estaban dos artículos firmados por Aira . Tan lejos y cerca a la vez.

Cuando el avión cruzó en medio de las nubes que ocasionaron aquella tormenta de la que todos hablaban (y en la que según esto murió electrocutado un viejito asiduo a los danzones en Balderas), la turbulencia que agitó la nave me puso muy nervioso. En el instante pensé: ¿será este el momento de hacerme algún propósito?