Ayer comentaba con Jorge Pedro mi visita del domingo al zoológico de Chapultepec. Diego no parecía muy entretenido con los animales, la mayoría dormidos o en sus madrigueras. Le causaba más curiosidad la actitud de la gente que nos rodeaba.Los animales no cooperaban mucho además, e incluso un perrito de las praderas se dio el lujo de darle la espalda al público que lo aclamaba. Aunque tengo sentimientos encontrados respecto a estos lugares, al menos para los impalas o las gacelas el no tener que andar nerviosos ante un posible ataque de sus depredadores debe agradarles (a costa de haber perdido sus institntos elementales por supuesto). Por otro lado, debe ser mortalmente aburrido tener el espacio tan limitado (jojo).
Este concepto del zoológico ha estado presente en mi entorno, pues precisamente JP leía el libro de uno de los Jefes Máximos, cuyo título hace referencia precisamente a uno de estos lugares, sólo que enfocado a la fauna de la oficina.
En la novela Matadero 5 de Kurt Vonnegut, el protagonista es capturado (¿será ese el término correcto?) por unos extraterrestres y puesto en exhibición en un zoológico espacial, donde criaturas de otras galaxias lo contemplan con una mezcla de fascinación y horror, sobre todo cuando le toca el turno de coger con su nueva compañera.
Ayer, cansado de 'buscar el dato' toda la tarde, decidí darle la vuelta a la oficina para ver a quién me encontraba. De vuelta, llegué con una 'gloria' y la invitación a una premiere. Buena pesca después de todo.
Cuando me toca viajar en transporte público, siempre me fijo en los libros que la gente lee, gran reto para los ojos en esas latas en movimiento que son los jodidos microbuses. Uno de verdad me sorprendió, 'El fin de la aventura' de Graham Greene. Del otro, solo puedo decir que 'cada quien sus vicios'parafraseando a JL Zárate: 'La casa de los espíritus' de Isabel Allende. Por lo general, la gente se receta tres tipos de libros durante los 45 minutos (mínimo) de viaje: superación personal, 'secretos' para el éxito en los negocios ('Padre pobre hijo rico', o algo así) y la biblia (o libros inspirados en ella, como 'Conversaciones con Dios').
Esucho:
