A los hermanos Fernández (Bernardo y Alfredo) les debo, respectivamente, el haber conocido la obra de Kurt Vonnegut y los proyectos de Mike Patton. Sobre este último personaje: cayó en mis manos –vía Montserrat– su último disco-proyecto, Peeping Tom.
Rock-electrónica-hiphop experimentales; la advertencia, en palabras del propio Patton, es que este disco es el lado ‘pop’ de su música, o lo que a él le gustaría escuchar en la radio comercial. Creo que el resultado puede hacer enojar a los fanshardcore (sobre todo por pagar los 400 pesos que debe valer el disco), sin embargo se suma con singular alegría a la excéntrica lista de discos que tiene en su haber, esta vez colaborando con gente como Kid Koala, el productor Dan The Automator, Massive Attack y…Bebel Gilberto…¿Norah Jones? Ok, si Patton ha hecho soundtracks de películas que nunca existieron, y puede darle sentido armónico a la cacofonía, ya no extraña escucharle interpretar un bossa nova. Sonidos de atmósferas de ciencia ficción y videojuegos, letras oníricas, amor-desamor, rap futurista. En Kill the Dj (con Massive Attack) retrata la ironía de las canciones pop, ‘Your happiness is my business…/Play me! it’s much too quiet to drink at home/It’s much too kinky on the telephone…Creo que Patton hizo un buen disco, que ahora empata con el tiempo que vivimos, en vez, a como nos tuvo acostumbrados, de vivir adelantado. ¿O será que el mundo ya pudo alcanzarlo? Espero que no. 44 minutos que se van como el aire.
Me alegra saber que Patton sigue en el camino, después de…uhm…¿cinco años sin disco? El sábado pasado olvidé decirle a Bernardo acerca de este disco. Quizá fue el gin, que al final ya me mareaba, o los tacos de longaniza en la calle de Conscripto que me empacharon. (Hoy supe que la versión francesa de la moronga se llama boudin noir). Siempre habrá taquerías que descubrir. En opinión de muchos, la salsa es la que hace la diferencia.
Ofertones; la edición especial de aniversario de American Werewolf in London, y Once Upon a Time in the West. Esto rockea.
