lunes, mayo 14, 2012

Las maravillosas interfaces...


Quizá uno de los trabajos más interesantes como narrador [transmediático] sea escribir para 'el final de una historia que nunca terminará'. El escritor irlandés Julian Gough fue el encargado de redactar el final de Minecraft, el famoso videojuego donde básicamente puedes construir, pieza por pieza, otro mundo; este lo puedes hacerlo tan extenso como quieras, y el mecanismo del juego en realidad no tiene en si mismo un 'auténtico' fin. En una entrevista para Boing Boing, este mencionó que lo peculiar fue que al escribirlo nunca pensó exactamente en términos de interactividad, propios de esta clase de medio, y su propuesta en narrativa lineal fue aceptada tal como la envió a Markus Persson, el creador de Minecraft. La ingeniosa solución de Gough fue añadir un relato metaficcional, del que copio lo siguiente:

"A veces el jugador soñaba que era un minero, que vivía en la superficie de un mundo plano e infinito. El Sol era un cuadrado pintado de blanco. Los días eran cortos, había mucho qué hacer, y la muerte era sólo un inconveniente temporal...A veces el jugador soñaba que leía palabras en una pantalla...las palabras son una maravillosa interfaz. Muy flexibles, y ciertamente menos terribles que presenciar la realidad detrás de la pantalla..." 

Algunos se preocupan por la desaparición de los libros, cuando sería más interesante que dedicaran un poco de esa energía en deducir hacia dónde se dirigen las palabras...