lunes, julio 26, 2010

Abejas pop


Imagen vía The Daily Green
En el cuento The Gambler (2007) del estadounidense Paolo Bacigalupi, un periodista –del futuro inmediato– se enfrenta al dilema más viejo del oficio; escribir notas o reportajes que generen lectores -sin importar su género-, o trabajar en la clase de historias que puedan ser de genuino interés público. La editora de la página de noticias para la que trabaja, preocupada porque sus notas no atraen suficientes lectores en línea -el sueldo depende del tráfico que genere- le da un ultimátum para que corrija la situación, y le asigna una entrevista con la cantante de moda. El protagonista menciona que tiene en puerta un nuevo reportaje de ciencia, sobre la inminente extinción de una flor debido al cambio climático, la cual podría ser recuperada gracias a la importación de una especie de abeja. Ella lo desdeña, y le menciona que a la gente no le interesaría esa clase de noticias, sólo a "hippies centenarios" porque "nadie quiere escuchar noticias deprimentes", y pone como ejemplo a seguir al reportero estrella, quien ha hecho su mina de oro alrededor de escándalos de estrellas de la farándula. El contexto en el que se desarrolla la acción es muy similar al nuestro, donde la preferencia de los cibernautas muchas veces se inclina por contenidos vacíos o personajes no muy listos pero carismáticos. La popularidad nunca tuvo tan poco sentido como en internet.
Este cuento me recordó una noticia que surgió en este mes, precisamente sobre una planta que podría extinguirse. La Mimulus guttatus, o flor 'cara de mono', se ha quedado sin polinizadores, pues lo abejorros que suelen cumplir con esta función disminuyen en número debido al cambio climático; una investigadora de la Universidad de Kansas, E.U., descubrió que la solución práctica que encontró la planta fue evolucionar, y ahora sus órganos sexuales crecen más juntos, para no hacer necesaria la llegada de un intermediario. Si los seres vivos del planeta ya tienen su propia respuesta ante las variantes del clima, ¿por qué los hombres no cambian sus patrones de conducta?
En analogía con el cuento de Bacigalupi, la nota podría perderse en la inmensidad de la red, mientras todos ríen con las ocurrencias del pulpo Paul o se entusiasman con la situación jurídica de Lindsay Lohan; la elección de lectura no cambiará por si misma el hecho de que el mundo no esperará a que le hagamos caso. Por cierto, la imagen de la entrada es respecto a un programa de investigación de cuatro millones de dólares dedicado a buscar las causas que están provocando la disminución del número de abejas en los Estados Unidos (2008). ¿Qué dice Samantha Ronson de su ex?