martes, septiembre 12, 2006

Santa Carla High


Existe un lugar en California, E.U., donde la gente duerme durante el día y se divierte toda la noche, y no es precisamente Las Vegas. A mi parecer The Lost Boys es una película stoner, digna de cualquier maratón de cine de halloween. En términos fantásticos, es un compendio de todo lo que deberías saber en caso de que los vampiros ataquen por tu cuadra, o como dirían los hermanos Edgar y Allan Frog (jojo), una guía para sobrevivir (¿a los 80?). Todos los elementos de las películas de terror de los 50 están contextualizados, y por supuesto nadie mejor que un par de nerds, dueños de una tienda de comics, para saber cómo manejar la situación. Alguna vez escuché que la película es en realidad es una analogía de los conflictos de la adolescencia; Santa Carla es un rincón para outsiders, una mezcolanza de hippies, cholos, surfers y punks, el paraíso para quienes desean escapar de su pasado o evadir la realidad. Es muy divertida, de las pocas que puedo recitar algunos diálogos. En realidad, analizándola fríamente, tiene un mensaje ultra conservador. Pero el que se lleva la película es el abuelo (deadhead), quien además de defender su lugar en el refrigerador, donde nadie podía tocar sus galletas oreo ni su delaware punch (pa'l munchie), declara que el único problema de Santa Carla es tanto maldito vampiro suelto (gran línea para cerrar). Ah, otros que tras bambalinas ayudan al desarrollo de la trama son por supuesto Thorn, el sabueso del infierno, y Nanuk, el malamut cazador de vampiros. El soundtrack fue de los primeros CDs que compré, aun precio exorbitante por cierto, pero valió la pena. Cry little sister.