lunes, septiembre 04, 2006

de vuelta a lo basico


Mi relación con la TV nacional terminó hace ya mucho tiempo. Mi Panasonic sólo funciona para ver los sitcoms y documentales del cable (cada cual con su versión de la realidad). Ahora escucho que todos comentan sobre el dichoso 'informe' de gobierno; ese día preferí platicar con los amigos y relajarme después de una semana de trabajo. La novela 'Incordie a Jack Barron', de Norman Spinrad, hoy puede parecernos un poco ingenua, con los ideales 'contraculturales' de los años 60 ahora obsoletos. La novedad de esta historia, escrita en 1969, era su particular visión de los programas de entretenimiento masivo, un talk-reality-show primigenio que explota la popularidad de su conductor aplicado al tenso ambiente político que rodea el universo de la trama. Otro punto es que plantea lo que sucede cuando los medios están bajo el control de un puñado de personas.
Aunque el informe que rindió el presidente contrasta con la realidad en más de un punto, la gente sigue creyendo en él, los mexicanos siempre necesitarán un mesías, una imagen paterna (intocable) que les diga que a pesar de los obstáculos todo sigue bien, que en el reality show de la nación, literalmente, los 'malos' son expulsados por votación. Todos aman a su Jack Barron tropical. Tiene años que no veo el canal 2, el 5, 7, 9, 13, acaso me habré detenido unos instante en el canal 11, al que considero un incipiente BBC de tercer mundo.
No tengo esas ideas anacrónicas sobre los medios masivos de comunicación y su 'influencia nociva', no me importa lo que programen ni lo que opinen sobre mi realidad, que hagan lo que quieran, después de todo es su dinero y ellos deciden; la verdadera 'democracia' (la pinche palabrita del año) está en mi control remoto ya que así puedo evadir el parloteo local –en el panorama básico del cable hay muchas más opciones–. Prefiero ver el último episodio de Will & Grace, ellos al menos lucen más coherentes que López Dóriga.

Escucho: